Los riesgos que enfrentaría la economía peruana en caso que la recesión genere estragos en su primer socio comercial
Si la crisis alcanza a China…
Por Juan Carlos Lázaro | Publicado en Integración N° 15. Lima, setiembre de 2011.
Los primeros síntomas de lo que sería una recesión a escala planetaria empiezan a sentirse en el Perú. La economía se desacelera, la Bolsa de Valores de Lima navega en un mar impredecible y el dólar acentúa su tendencia a la baja. Algunos países de la región, como Colombia o México, se curan en salud y convierten parte de sus reservas internacionales en oro. El Perú aún no da ese paso, acaso porque le resulta un trago amargo aceptar que este año no alcanzará el 7 % promedio anual de crecimiento que signó su último quinquenio. Entonces fue la estrella ascendente de América Latina, que creció aún más que Brasil, y al que las economías emergentes del Asia-Pacífico, principalmente, vieron como el país hub de América del Sur. En esos cinco años del segundo gobierno de García, el Perú, es cierto, relució como un metal pulido, pero no tanto por una administración eficiente como por la circunstancia de la revalorización de sus minerales gracias a la alta demanda de China, actualmente la economía más expansiva y sólida del mundo y en camino de convertirse en la primera. En su pasada edición de julio, con base en una fuente oficial, Integración dio la primicia: China se había convertido en el primer socio comercial del Perú. Las primeras cifras a la mano del 2011, según la fuente, indicaban que el legendario país de Confucio había invertido aquí US$ 5.300 millones. La Cámara de Comercio Peruano China calculó que a fin de año esa inversión podría ser de más de US$ 13.000 millones. Pero –como ya advierten algunos economistas- el próximo año puede ser inversamente distinto. Por la recesión que crece a escala planetaria. Por la crisis americana que, como un perverso virus, ha contagiado a Europa y ahora se expande al resto del mundo. Porque China, nuestro principal socio comercial, empieza a acusar los primeros síntomas de la recesión.
Ante este panorama, dudas e incertidumbres surgen de por sí: ¿Cuán posible es que la crisis norteamericana y europea cause estragos en la economía China? De producirse esa situación, ¿de qué manera afectaría a América Latina y específicamente al Perú? ¿Qué debe hacer el Perú desde ya para ponerse a buen recaudo?
Gonzalo Alegría, sociólogo y economista graduado en la Universidad Complutense de Madrid y que ha visitado China en tres oportunidades para estudiar su cultura y su economía, acepta plenamente la probabilidad de que la crisis americana y europea se expanda a China, incentivada precisamente por el modelo exportador del país de la gran muralla. “El actual modelo chino es excesivamente exportador. Se niega a importar productos de otros países. Tiene prácticamente todo su mercado bloqueado a la libre importación”, sostiene. Esto implica, dice, que “el éxito alcanzado hasta ahora por China puede ser también el motivo de su primera gran crisis”. ¿Y de qué manera afectaría una China en crisis al Perú? “Muy dramáticamente, sobre todo porque China es el gran aliado del Perú a nivel global”.
Jorge Minaya, sinólogo peruano que acaba de publicar El nuevo expreso de Oriente, recuerda que desde hace 30 años la tasa de crecimiento anual de la economía china es dos dígitos, lo cual la convierte en la gran locomotora de la economía mundial. “Si la economía china se contrae por efecto de la crisis, afectará al Perú, concretamente en el tema de las materias primas”, precisa. “Si Estados Unidos se desacelera, en el Perú puede sufrir el sector secundario (agroexportaciones principalmente). Si se desacelera Europa, como ya está sucediendo, afectará nuestras exportaciones de textiles. Pero si China se desacelera, nos deja vacía la olla”, advierte, "ya que más del 54% del presupuesto nacional peruano depende de los minerales que tiene a China como su gran comprador".
En cambio Carlos Aquino, profesor de Economía de la universidad de San Marcos, especializado en economías asiáticas, tiene sus dudas respecto al nivel del impacto de la crisis occidental en China. “Eso depende de la duración de la crisis”, dice, “ya que si ésta no pasa de dos o tres años, no creo que la afecte a fondo”. Para fundamentar su punto de vista se remite a la experiencia de la crisis financiera del 2008-2009: la economía mundial decreció, pero la china creció a una tasa muy alta. ¿Cuál fue su estrategia? Incentivó la demanda interna ante la caída de la externa, además de reducir las tasas de interés, los impuestos y aplicar otras medidas. “Ahora China podría hacer lo mismo”, sostiene. Aquino confía en que China realizará los mayores esfuerzos para evitar la quiebra de la economía mundial. “La crisis no afectará mucho al Perú”, dice, “porque China necesita de nuestras materias primas. De tal manera que la demanda china se mantendrá”.
Las coincidencias fueron plenas respecto a las medidas que deben adoptarse desde el gobierno del presidente Ollanta Humala para proteger al Perú en caso que la crisis sea incontenible: el buen uso de las reservas internacionales para incentivar el mercado interno, expandir la oferta exportadora mediante la firmas de nuevos tratados de libre comercio (TLC) con otros países, reducir las tasas de interés y estimular más la producción con valor agregado.
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